Ya podemos afirmar que la Hiperconvergencia dejó de ser una “moda” para convertirse en una poderosa herramienta para el departamento de TI en la implementación de proyectos tecnológicos que aportan al crecimiento empresarial.
Atrás quedaron las dudas sobre el funcionamiento y validez técnica de la hiperconvergencia dentro del data center; lo cual era un paso lógico en la evolución tecnológica -virtualizamos el procesamiento, la memoria y la red-, y ahora debíamos virtualizar el almacenamiento. Esto nos permite contar con infraestructura de aprovisionamiento rápido, menor consumo energético, mayor agilidad y facilidad en la administración y un único punto de soporte; permitiendo a TI enfocarse en ser un generador de proyectos tecnológicos, encaminado a la consecución de metas organizacionales.
Si bien es cierto que la infraestructura hiperconvegente no se puede aplicar tácitamente a todos los casos de uso, hoy es el plato fuerte cuando hablamos de estrategias multicloud -donde interactúan la red privada con múltiples proveedores de nube pública- a través de un orquestador único que permite balancear cargas y obtener recursos bajo demanda. Pero la ola de desarrollo en la apuesta de la hiperconvergencia nos ha llevado mucho más allá: Hoy no es ajeno a las conversaciones el planificar la implementación de la microsegmentación a nivel granular, incluir la orquestación de contenedores y desarrollar una estrategia de gobernanza de esos contenedores para mejorar el Time to Market de las aplicaciones móviles de la empresa.
Creo que la hiperconvergencia ha llegado a un nivel de madurez tal, que no solo nos va a acompañar por varios años, sino que se convertirá en el eje de nuevos desarrollos, enfocados en que TI deje de usar recursos para soportar la infraestructura y centre sus esfuerzos en proveedores ágiles, recursos y plataformas tecnológicas de desarrollo de soluciones al cliente final.
¡Veamos en los próximos años cómo converge esta hiper solución!
Por: Fabián Buzetta